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BANCO MUNDIAL – Informe del BM-FMI mide los avances en los objetivos de desarrollo

 

Informe del BM-FMI mide los avances en los objetivos de desarrollo, incluso el nuevo objetivo que promueve la prosperidad

compartida del 40% inferior

 

 

Es necesario trabajar mucho más para terminar con la pobreza y cerrar la brecha en el estándar de vida de quienes se encuentran en el 40% inferior de la escala de ingresos en todo el mundo y el 60% que está por encima, señala el Informe sobre Seguimiento Mundial (ISM) 2014/2015, publicado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

El informe detalla por primera vez la doble meta que tiene el Grupo del Banco Mundial de poner fin a la pobreza extrema en 2030 y promover la prosperidad compartida, medida como el crecimiento en el ingreso del 40% inferior de la población. El ISM 2014/2015 sigue monitoreando los avances de los objetivos de desarrollo del milenio (ODM), que inspiraron la meta doble del GBM.

 

El informe señala que se ha logrado reducir bastante la pobreza extrema, es decir las personas que viven con menos de US$1,25 al día. No obstante, la cifra de pobreza sigue siendo inaceptablemente alta, con un poco más de 1000 millones de personas (14% de la población mundial) en 2011, en comparación con 1200 millones (19% de la población mundial) en 2008.

 

Las proyecciones del Informe muestran que la pobreza seguirá obstinadamente elevada en las regiones del sur de Asia y África al sur del Sahara, donde se calcula que en 2030 vivirán 377 millones de los 412 millones de pobres del mundo. En 2011, ambas regiones alojaban a 814 millones de los 1000 millones de pobres del mundo.

 

En una nueva base de datos sobre prosperidad compartida de 86 países, que incluye a 24 países de ingreso alto, los resultados iniciales muestran que el ingreso del 40% inferior de la población creció más rápido que el promedio nacional en muchos de ellos. Se debe profundizar en el análisis para comprender qué factores explican los logros registrados en estos países.

 

Sin embargo, en términos de estándares de vida, el 40% inferior de la población del mundo en desarrollo está mucho peor en cuanto a acceso a educación, salud y saneamiento. Por ejemplo, los niños de los hogares más pobres tienen prácticamente dos veces más probabilidades de desnutrirse que aquellos que pertenecen al 60% superior. En el mundo de ingresos altos, analizado por primera vez en el Informe, la principal preocupación es la desigualdad de ingresos que ha alcanzado niveles sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.

 

Respecto de los ODM, el Informe reitera que se logró el objetivo de la pobreza tres años antes de la fecha límite fijada para 2015. Además, se cumplieron otras tres metas secundarias y podría suceder lo mismo con las metas relativas a igualdad de género en la educación secundaria y la incidencia del paludismo. No obstante, los objetivos secundarios de saneamiento y mortalidad materna e infantil no se cumplirán antes de 2015.

 

 

 

Fuente: BANCO MUNDIAL 08 10 2014