Sistema de Indicadores sobre Pobreza y Género, 2016-2020
Implementar la perspectiva de género en la generación de información estadística no se limita a dar cumplimiento a las obligaciones expresadas en la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres y en otras leyes, sino que constituye intrínsecamente una estrategia necesaria para la implementación de acciones que coadyuven a la igualdad de género y al disfrute pleno e igualitario de los derechos sociales entre mujeres y hombres.
Con estos lineamientos, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) ha trabajado desde 2007 en la generación de estadísticas con enfoque de género, que ha dado como resultado la desagregación por sexo de la medición oficial de la pobreza en México y la generación del Sistema de Indicadores sobre Pobreza y Género en México (SIPyG).
La estructura temática del SIPyG 2016-2020 es la siguiente:
Características de los hogares
Examinar la distribución, tamaño y composición de los hogares permite visibilizar los diversos arreglos familiares que, afectados por factores económicos, sociales, culturales y demográficos, determinan las diferencias de género. Los hogares son también el centro de relaciones afectivas, legales y consanguíneas que conllevan aspectos como la división sexual de trabajo, las asimetrías de género en la distribución del trabajo doméstico no remunerado, y en donde ocurren las primeras expresiones de os roles de género que dificultan el acceso de las mujeres al ejercicio efectivo de los derechos sociales y económicos, que más tarde se reforzarán con los roles desiguales suscitados en la vida pública.
División sexual del trabajo
La desigual distribución del trabajo doméstico no remunerado está en la base de la desigualdad de oportunidades que afecta a las mujeres en la educación, el ámbito productivo y la participación política, económica y social. Por tanto, es un determinante estructural de las desigualdades y la situación de pobreza de grandes grupos de mujeres.
Además de la división sexual del trabajo a través de la cual se ha asignado a las mujeres la mayor responsabilidad de cuidados y de quehaceres domésticos, ellas enfrentan expresiones de discriminación y exclusión en el mercado de trabajo surgidas también de la construcción sociocultural del género, lo que ha devenido en que presenten mayores desventajas para su inserción en este campo y durante su trayectoria laboral.
Desigualdades de oportunidades y en el ejercicio de derechos sociales
Producto de la desigual carga de trabajo doméstico y de las múltiples expresiones de discriminación y exclusión en el mercado laboral, las mujeres enfrentan una inserción laboral limitada, brechas salariales, segregación en ocupaciones con retribuciones inferiores y un mayor porcentaje de ocupación sin retribución económica. Esto se traduce en limitaciones estructurales para acceder de manera igualitaria a las principales fuentes de ingreso y, en consecuencia, ellas conforman un grupo más dependiente, económica y socialmente, y por tanto, más vulnerable a encontrarse en situaciones de pobreza.
Algunos de los principales resultados de los indicadores son los siguientes:
Fuente: CONEVAL 08 de marzo de 2022