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ONU – Día Internacional del Juego, 11 de junio

Día Internacional del Juego

  • El 71 % de los niños afirma que el juego es importante porque les hace felices, y el 58% dice que les ayuda a hacer amigos y pasarlo bien con los demás.

    El primer Día Internacional del Juego, que se celebra por primera vez el 11 de junio de 2024, sirve para destacar la importancia de preservar, promover y dar prioridad al juego para que todas las personas, especialmente los niños, puedan aprovechar sus beneficios y desarrollar todo su potencial.

    Verse privado de oportunidades para jugar perjudica directamente el bienestar y el desarrollo del niño. En los entornos educativos, el aprendizaje basado en el juego ha sido reconocido como un enfoque eficaz para implicar activamente a los alumnos en el proceso de aprendizaje. Permite que el aprendizaje sea más ameno y pertinente, con lo que aumenta la motivación y la retención de la información.

    Además, se considera que el juego tiene efectos positivos en la promoción de la tolerancia, la resiliencia, además de facilitar la inclusión social, la prevención de conflictos y la consolidación de la paz. Por ello, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño consagra el juego como derecho fundamental de todos los niños en su artículo 31.

    El Día Internacional sirve para destacar un momento unificador a escala mundial, nacional y local para destacar la importancia del juego. Es un llamamiento a las políticas, la formación y la financiación para integrar el juego en la educación y los entornos comunitarios en todo el mundo.

    Los niños aprenden mejor jugando. El juego proporciona valiosas oportunidades de aprendizaje en todos los ámbitos del desarrollo: intelectual, social, emocional y físico. A través del juego, los niños aprenden a forjar vínculos con los demás, a desarrollar una amplia gama de habilidades de liderazgo, a desarrollar la resiliencia, a navegar en sus relaciones y afrontar los obstáculos sociales, así como a vencer sus miedos. Cuando los niños juegan, se sienten seguros. Juegan para dar sentido al mundo que les rodea. En términos más generales, el juego proporciona una plataforma para que los niños se expresen y desarrollen su imaginación y creatividad, que son aptitudes fundamentales para el mundo tecnológico e innovador en el que vivimos.

    Las interacciones lúdicas contribuyen al bienestar y la salud mental de progenitores, cuidadores y menores. Cuando las crisis humanitarias ponen patas arriba el mundo de un niño, es en el juego donde puede encontrar seguridad y un alivio ante las adversidades, a la vez que puede explorar y procesar sus experiencias con el mundo. Cuando los niños se ven obligados a abandonar sus hogares a causa de la guerra, los conflictos y los desplazamientos, el acceso a relaciones enriquecedoras con sus padres o cuidadores y con sus iguales es un amortiguador fundamental de los efectos de la violencia, la angustia y otras experiencias negativas. El juego reconforta y tranquiliza a niños y niñas.

    Jugar es recomendado para todos los niños y niñas, y para sus padres. El juego no es otra cosa más que hacer, es otra forma de hacer las cosas. Desde la capacidad cognitiva hasta las habilidades comunicativas, pasando por la mejora de la salud mental y la resiliencia emocional, el juego proporciona a los niños las bases que necesitan para sobrevivir y prosperar, y para construir un futuro mejor.

    Fuente: ONU 11 de junio de 2024