
La gobernanza anticipatoria se ha convertido en una necesidad imperativa para América Latina y el Caribe ante los rápidos cambios tecnológicos, sociales y geopolíticos que configuran el siglo XXI. La región enfrenta tres trampas de desarrollo persistentes: i) Crecimiento económico bajo, volátil, excluyente y no sostenible; ii) Alta desigualdad y baja movilidad y cohesión social; iii) Bajas capacidades institucionales y gobernanza poco efectiva, lo que limita su capacidad para adaptarse y prosperar en un entorno global en constante transformación.
El documento tiene como objetivo principal presentar a los legisladores y otros actores la necesidad urgente de fortalecer las capacidades de gobernanza anticipatoria en los parlamentos y en el aparato público de América Latina y el Caribe.
El estudio subraya que la gobernanza anticipatoria se ha convertido en una necesidad imperativa para América Latina y el Caribe ante los rápidos cambios tecnológicos, sociales y geopolíticos que configuran el siglo XXI.
En ese sentido, el reporte destaca la urgencia de fortalecer las capacidades anticipatorias para combatir la tercera trampa del desarrollo, mediante la creación y consolidación de Comisiones de Futuro Parlamentarias para el fortalecimiento de las capacidades anticipatorias de los parlamentos de la región.
Inspirado en modelos exitosos como los de la Unión Europea, Finlandia, Singapur, Chile y Uruguay, el informe propone una serie de recomendaciones prácticas, que incluyen la institucionalización de la prospectiva legislativa, el desarrollo de capacidades especializadas y la colaboración regional para la gobernanza anticipatoria. La implementación de estas estrategias, agrega, permitirá a los legisladores mejorar la calidad de la legislación, anticiparse a crisis futuras y fomentar una cultura política orientada al largo plazo.
Es urgente que los parlamentos latinoamericanos tomen acción para fortalecer la gobernanza anticipatoria, garantizando así un futuro más próspero, inclusivo y sostenible para la región.