
La adopción de inteligencia artificial (IA) en las administraciones públicas está creciendo, pero los gobiernos enfrentan una serie de desafíos para ampliar las aplicaciones de IA, lo que lleva a que muchas iniciativas permanezcan en su fase piloto, según un nuevo informe de la OCDE.
A medida que la IA se convierte en una parte integral del gobierno digital, transformando procesos y servicios para mejorar la productividad, la capacidad de respuesta y la rendición de cuentas, el informe Gobernar con Inteligencia Artificial de la OCDE es el primero de su tipo en examinar cómo los gobiernos usan e interactúan con la IA, analizando 200 casos de uso y docenas de iniciativas políticas para entender cómo se aplica y promueve la IA en 11 áreas centrales del gobierno.
La IA ha demostrado beneficios en áreas como la automatización, con chatbots basados en IA que se utilizan para responder consultas ciudadanas y ayudar a completar formularios; la previsión, con la IA ayudando a anticipar desastres naturales y agilizar las respuestas; y la mejora de la toma de decisiones, con plataformas basadas en IA que agrupan la opinión pública e identifican declaraciones de consenso durante las consultas. Sin embargo, los gobiernos deben garantizar que la IA se utilice de forma fiable, promoviendo un uso transparente y responsable. También se enfrentan a barreras únicas que dificultan su rápida adopción, como la escasez de personal cualificado, la dificultad para acceder y compartir datos de calidad, los costes financieros, las normativas obsoletas y los sistemas informáticos obsoletos.
El informe identifica la gobernanza, los datos, la infraestructura digital, las competencias, la inversión, las adquisiciones y las alianzas con actores no gubernamentales como los siete factores clave para la adopción exitosa de la IA en el gobierno. Un enfoque coordinado para la transformación de la IA en todo el gobierno, centrado en el usuario, que interactúe significativamente con las partes interesadas y el público, y que establezca límites claros pero proporcionados, gestionará los riesgos, manteniendo la agilidad y la capacidad de adaptación a los cambios futuros.