La vacuna contra el sarampión salva la vida de 59 millones de personas en 25 años

 

El sarampión se cobró unas 95 000 vidas el año pasado, en su mayoría niños menores de cinco años. Aunque la cifra es una de las más bajas desde el año 2000, la OMS considera “inaceptable” que una infección que se previene con una vacuna eficaz, barata y ampliamente disponible siga causando muertes.

 

El informe señala que el desafío ahora no se centra solo en la letalidad, sino en el repunte de los casos. Se estima que en 2024 hubo once millones de infecciones, casi 800.000 más que en 2019, antes de la pandemia de COVID-19.

 

El aumento de infecciones en 2024 fue especialmente marcado en tres regiones. En el Mediterráneo Oriental, subieron un 86% respecto a 2019; en Europa, un 47%; y en Asia Sudoriental, un 42%.

 

En contraste, África logró avances significativos, con una caída del 40% de los casos y del 50% de las muertes, en parte gracias al aumento de la cobertura vacunal.

 

El 2024 cerró con 59 países notificando brotes de gran magnitud o muy preocupantes, casi el triple que en 2021 y la cifra más alta desde la pandemia. Todas las regiones, salvo América, registraron al menos un brote importante. Pero la tendencia cambió en 2025, cuando comenzaron a aparecer brotes en numerosos países del continente americano.

 

El resurgimiento del sarampión, incluso en países de ingresos altos como Canadá, confirma que cuando la vacunación cae por debajo del umbral del 95%, los brotes pueden producirse incluso con coberturas nacionales aparentemente sólidas.

 

 

 

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