El Informe sobre el Transporte Marítimo 2024 de ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD) revela que puntos críticos como el Canal de Panamá (que conecta los océanos Pacífico y Atlántico), el Mar Rojo y el Canal de Suez (que une el Mar Mediterráneo con el Océano Índico a través de la Península Arábiga) y el Mar Negro (un importante centro de exportación de cereales) están sometidos a una gran presión.
El comercio marítimo, que creció un 2,4% en 2023 hasta alcanzar los 12.292 millones de toneladas, había empezado a recuperarse tras una contracción en 2022.
Sin embargo, el futuro permanece incierto. El informe prevé un modesto crecimiento del 2% para 2024, impulsado por la demanda de productos básicos a granel como el mineral de hierro, el carbón y el grano, junto con las mercancías contenerizadas.
Las principales rutas marítimas han sufrido importantes interrupciones que han provocado retrasos, desvíos y costes más elevados. El tráfico a través de los canales de Panamá y Suez, arterias fundamentales del comercio mundial, se redujo en más de un 50% a mediados de 2024, en comparación con sus niveles máximos. Este descenso se debió al bajo nivel de las aguas del Canal de Panamá, provocado por el clima, y el conflicto en la región del Mar Rojo, que afectó al Canal de Suez. Mientras tanto, el tonelaje de los buques que transitan por el Golfo de Adén y el Canal de Suez cayó un 76% y un 70% respectivamente, en comparación con finales de 2023.
El informe subraya la urgente necesidad de que el sector marítimo refuerce su resistencia frente a los crecientes efectos del cambio climático y otras perturbaciones. Los fenómenos meteorológicos extremos interrumpen cada vez con más frecuencia las operaciones portuarias y de transporte marítimo, lo que plantea riesgos para la seguridad, retrasa las operaciones y los tiempos de tránsito y aumenta los costes. Estas perturbaciones también tienen implicaciones jurídicas, ya que las empresas deben ahora tener en cuenta los riesgos climáticos en los contratos de transporte marítimo, para minimizar las pérdidas y los litigios, mantener la fluidez del comercio y que los seguros sean asequibles.
Aumentar la resiliencia en los puntos de estrangulamiento marítimos, el transporte y la logística frente a múltiples perturbaciones requiere un enfoque global de todo el sector. Esto incluye la creación de capacidades y las inversiones en infraestructuras, servicios, desarrollo de la mano de obra, tecnología, asociaciones e iniciativas de colaboración.
Dado que el sector marítimo se enfrenta a retos cada vez mayores, el informe de la UNCTAD insta a coordinar esfuerzos para navegar, adaptarse y prosperar en este complejo entorno. Pide que se aborden las perturbaciones en los puntos de estrangulamiento marítimo, se invierta en un transporte marítimo ecológico y con bajas emisiones de carbono, se mejore la eficiencia y la adaptación de los puertos, se integre la facilitación del comercio para mejorar la conectividad con el interior y se luche contra el registro fraudulento de buques. Además, el informe subraya la importancia de vigilar la evolución del mercado de fletes, evaluando las tendencias de las tarifas del transporte marítimo y sus repercusiones en las economías vulnerables. Tomando estas medidas, los países y sus industrias marítimas pueden construir un futuro más resistente y sostenible.