Una de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 es lograr retretes seguros para todos en 2030, pero el mundo está muy lejos de alcanzarla. Es fundamental adoptar medidas más rápidas para mejorar y proteger el acceso de las personas al saneamiento con miras a construir un mundo más justo y pacífico. Los conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos y los desastres pueden destruir, dañar o interrumpir los servicios de saneamiento.
Cuando las instalaciones sanitarias no funcionan o no existen, los desechos humanos sin tratar se vierten al medioambiente, lo que propicia la propagación de enfermedades mortales como el cólera. Los gobiernos deben velar por que los servicios de saneamiento y abastecimiento de agua sean resilientes, eficaces y accesibles a toda la población y estén protegidos contra daños.
Mensajes clave para el Día Mundial del Retrete 2024
El retrete es un lugar para la paz. Este espacio esencial, en el centro de nuestras vidas, debería ser seguro y no suponer un riesgo. No obstante, el saneamiento de miles de millones de personas corre peligro a causa de los conflictos, el cambio climático, los desastres y la falta de cuidado.
El retrete es un lugar de protección. Al aislar los desechos, el saneamiento es crucial para la salud pública y ambiental. Los sistemas de saneamiento inadecuados, dañados o rotos provocan contaminación y la proliferación de enfermedades mortales.
El retrete es un lugar para el progreso. El saneamiento es un derecho humano que protege la dignidad y transforma la vida de mujeres y niñas en especial. Más inversión y una mejor gestión del saneamiento son claves para un mundo más justo y pacífico.