Tejocote, un tesoro de la biodiversidad

 

En todo el país, su cultivo es relevante tanto para la alimentación como para la industria de productos procesados, consolidándose como un producto clave en la economía rural de diversas regiones de México.

 

 

De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), Puebla es el estado líder en la producción de tejocote, con 841 hectáreas sembradas, lo que representa el 94 por ciento de la superficie cultivada a nivel nacional. Este estado contribuye con un valor de producción de 16 mil 674 millones de pesos. Estos datos subrayan la importancia de Puebla en la cadena productiva del tejocote, consolidándose como el principal motor económico de este cultivo a nivel nacional.

 

El tejocote es más que un simple fruto de consumo. Su versatilidad lo convierte en un ingrediente clave en diversas industrias, desde la alimentaria hasta la medicinal. En México, se utiliza para la elaboración de ates, mermeladas, licores y conservas, además de ser un ingrediente común en remedios tradicionales, a los cuales se les atribuyen diversas propiedades curativas.

 

En términos de salud, el tejocote destaca por su alto contenido de vitamina C, calcio, hierro y vitaminas del complejo B, nutrientes esenciales para fortalecer el sistema inmunológico, prevenir la anemia y cuidar los huesos y dientes. Según el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el tejocote también posee compuestos bioactivos con propiedades antioxidantes, que ayudan a combatir enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

 

Los principales beneficios del tejocote incluyen:

 

  • Fortalecimiento del sistema inmunológico gracias a su alta concentración de vitamina C.

  • Ayuda en el control de la glucosa, ya que puede reducir los niveles de azúcar en sangre.

  • Contribuye a la salud ósea, gracias al calcio y su capacidad para fortalecer los huesos y dientes.

  • Propiedades antioxidantes, gracias a sus compuestos fenólicos, que ayudan a prevenir enfermedades degenerativas y el envejecimiento prematuro.

 

El tejocote no es solo una fruta representativa de la cultura mexicana, sino también un cultivo que ha sabido adaptarse y prosperar en diversas regiones, especialmente en Puebla, donde su producción sigue en constante crecimiento. Con su valioso aporte a la economía local y nacional, así como sus múltiples beneficios para la salud, el tejocote se reafirma como un tesoro de la biodiversidad mexicana.

 

 

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