La desigualdad salarial ha disminuido en dos tercios de los países del mundo

Un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revela que la desigualdad salarial ha disminuido en cerca de dos tercios de todos los países desde 2000. A pesar de esta tendencia positiva, persisten diferencias salariales significativas en todo el mundo

 

El Informe mundial sobre salarios 2024-25: ¿Está disminuyendo la desigualdad salarial en el mundo? señala que desde comienzos de la década del 2000, en promedio, la desigualdad salarial, que compara los salarios de los asalariados altos y bajos, disminuyó en muchos países a una tasa promedio que osciló entre 0,5 y 1,7 por ciento anual, dependiendo de la medida utilizada. Los descensos más significativos se produjeron en los países de renta baja, donde la disminución media anual osciló entre el 3,2% y el 9,6% en las dos últimas décadas. 

 

La desigualdad salarial está disminuyendo a un ritmo más lento en los países más ricos, reduciéndose anualmente entre un 0,3 y un 1,3 por ciento en los países de renta media-alta, y entre un 0,3 y un 0,7 por ciento en los países de renta alta. Además, aunque la desigualdad salarial se redujo en general, los descensos fueron más significativos entre los trabajadores asalariados del extremo superior de la escala salarial. 

 

El informe también concluye que los salarios mundiales han crecido más rápidamente que la inflación en los últimos tiempos. En 2023, los salarios reales mundiales crecieron un 1,8%, y las previsiones alcanzan un crecimiento del 2,7% para 2024, el mayor aumento en más de 15 años. Estos resultados positivos suponen una notable recuperación si se comparan con el crecimiento negativo de los salarios mundiales, del -0,9%, observado en 2022, un periodo en el que las elevadas tasas de inflación superaron el crecimiento de los salarios nominales.

 

El informe concluye que la reducción de la desigualdad salarial requiere tanto políticas salariales sólidas como un apoyo estructural al crecimiento equitativo. Abordando estos retos, los países pueden realizar progresos reales hacia la reducción de las diferencias salariales y la promoción de un crecimiento económico justo y sostenible para los trabajadores de todo el mundo.

 

Entre las principales recomendaciones de la OIT figuran

 

  • Fijar los salarios a través del diálogo social: los salarios deben fijarse y ajustarse a través de la negociación colectiva o de sistemas de salario mínimo acordados en los que participen gobiernos, trabajadores y empresarios.

  • Adoptar un enfoque global: la fijación de salarios debe tener en cuenta tanto las necesidades de los trabajadores y sus familias como los factores económicos.

  • Promover la igualdad y la igualdad de oportunidades de trato y de resultados: las políticas salariales deben apoyar la igualdad de género, la equidad y la no discriminación.

  • Utilizar datos fiables: las decisiones deben basarse en datos y estadísticas fiables.

  • Abordar las causas profundas de los bajos salarios: las políticas nacionales deben reflejar el contexto específico de cada país y abordar las causas de los bajos salarios, como la informalidad, la baja productividad y la infravaloración de los empleos en sectores como la economía de los cuidados.

 

 

Ver Nota completa