A pesar de la caída de la inflación, la mejora de las condiciones del mercado laboral y la estabilización del crecimiento del PIB a nivel mundial, el crecimiento mundial sigue estando por debajo del ritmo observado antes de la pandemia y la economía mundial sigue enfrentándose a importantes incertidumbres.
Esto sigue afectando gravemente el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente para muchos países en desarrollo que todavía sufren los efectos acumulados de las crisis sucesivas.
En el informe Situación y perspectivas económicas mundiales 2025 de las Naciones Unidas se presentan las perspectivas económicas mundiales y regionales para el año entrante, destacando la importancia de la cooperación mundial y de políticas prudentes para impulsar el crecimiento y colocarlo en una senda estable y equitativa que pueda acelerar el progreso hacia los ODS.
El capítulo temático de este año profundiza en el tema de los minerales críticos para la transición energética que pueden impulsar la acción climática y, al mismo tiempo, presentar oportunidades para que muchos países en desarrollo creen empleos, generen ingresos públicos y reduzcan la pobreza y la desigualdad. Sin embargo, esos resultados favorables no son inevitables y necesitan políticas nacionales coherentes, así como apoyo internacional, para que sean posibles.