América Latina y el Caribe crecerá 2,5% en 2025, aunque con riesgos a la baja

 

El informe, proyecta que el crecimiento mundial se mantendrá en 2,8% en 2025, sin cambio con respecto a 2024.

 

“Aunque la economía mundial ha demostrado su capacidad de resistencia, soportando una serie de perturbaciones que se refuerzan mutuamente, el crecimiento se mantiene por debajo de la media prepandémica del 3.2%, limitado por la debilidad de la inversión, el lento crecimiento de la productividad y los elevados niveles de deuda”, apunta el documento.

 

El estudio señala que el descenso de la inflación y la relajación monetaria en curso en muchas economías podrían dar un modesto impulso a la actividad económica mundial en 2025, pero aclara que la incertidumbre sigue siendo grande dados los riesgos derivados de los conflictos geopolíticos, el aumento de las tensiones comerciales y los elevados costos de endeudamiento en muchas partes del mundo.

 

De América Latina y el Caribe, dice que las perspectivas a corto plazo son moderadamente favorables, con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) estimado en 2,5%, mayor que el 1,9% de 2024.

 

El informe atribuye el impulso a la mejora del consumo privado, la relajación de las políticas monetarias, la resistencia de los flujos de capital y el mayor crecimiento de las exportaciones. Sin embargo, matiza el texto, “estas perspectivas presentan importantes riesgos a la baja”.

 

Entre esos riesgos, destaca, en el frente exterior, una desaceleración más brusca de lo previsto en China y Estados Unidos, que afectaría negativamente a las exportaciones, las remesas y los flujos de capital.

 

En el frente interno, menciona la incertidumbre política que podría mermar la confianza de las empresas y las inversiones, además de las perturbaciones relacionadas con el clima, sobre todo en el Caribe, que podrían poner a prueba las políticas fiscales y perturbar la producción agrícola, causando inflación en los alimentos.

 

En México, el segundo motor regional, se espera que el crecimiento del PIB siga siendo lento. Tras una expansión estimada del 1.6% en 2024, se prevé que crecerá un 1.3% en 2025, limitado por la debilidad del consumo privado y los esfuerzos de consolidación fiscal.

 

Para mejorar los resultados del mercado laboral, elevar el nivel de vida y avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es crucial acelerar el crecimiento económico, enfatiza el informe, y argumenta que los minerales críticos para la transición energética -como el litio, el cobalto y los elementos raros de la tierra-, podrían propulsar esa aceleración en muchos países de América Latina.

 

“Para los países en desarrollo ricos en recursos, incluidos varios de América Latina y el Caribe, el aumento de la demanda mundial de minerales esenciales representa una oportunidad única para impulsar el crecimiento, crear empleo y aumentar los ingresos públicos para invertir en desarrollo sostenible”, sostiene la publicación.

 

 

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