
El uso y consumo de la miel en México se remonta a los pueblos prehispánicos que iniciaron la captación del dulce y la crianza de abejas nativas. Además de ser un producto natural que goza de una extensa historia y múltiples beneficios para la salud, la actividad apícola es parte de la cultura y tradición del país.
Esta importancia se refleja en la producción porque, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la producción nacional de miel ascendió a 57 mil 430 toneladas en 2024, cuando Yucatán se colocó como el principal productor con nueve mil 250 toneladas.
Le siguieron Chiapas, con cinco mil 941 toneladas; Jalisco, con cinco mil 848 toneladas; Veracruz, con cinco mil 233 toneladas; Oaxaca, con cuatro mil 715 toneladas, y Campeche, con cuatro mil 407 toneladas.
Este esfuerzo colocó a México dentro de los primeros 10 productores de miel a nivel mundial, al aportar 3.8 por ciento de la producción global, gracias a esfuerzo, compromiso y dedicaciones de las productoras y los productores.
Las cifras también indican que en 2023 se destinó 38.5 por ciento de la producción a la exportación, lo que dio la oportunidad de captar más de 67 millones de dólares. Este mismo año, el endulzante se destinó a 28 países. Alemania y Estados Unidos fueron los principales compradores, con siete mil 783 y siete mil 063 toneladas, respectivamente. En total se erogaron 67.7 millones de dólares. Reino Unido, Suiza, Países Bajos, Japón, Arabia Saudita, Bélgica, Polonia, Francia y España también adquirieron miel de México.