Día Mundial de la Resiliencia del Turismo

Para muchos países en desarrollo, incluidos los países menos adelantados, los pequeños Estados insulares en desarrollo, los países africanos y los países de renta media, el turismo es una importante fuente de ingresos, divisas, ingresos fiscales y empleo. Dado que el turismo conecta a las personas con la naturaleza, el turismo sostenible tiene la capacidad única de estimular la responsabilidad medioambiental y la conservación.

 

El turismo sostenible, incluido el ecoturismo, es una actividad multisectorial que puede contribuir a las tres dimensiones del desarrollo sostenible y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible fomentando el crecimiento económico, mitigando la pobreza, creando empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos.

 

También puede contribuir a acelerar el cambio hacia modelos de consumo y producción más sostenibles y promover el uso sostenible de los océanos, los mares y los recursos marinos. Puede fomentar la cultura local, mejorar la calidad de vida de las mujeres y los jóvenes, los pueblos indígenas y las comunidades locales y empoderarlos económicamente y promover el desarrollo rural y la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones rurales, incluidos los pequeños agricultores y los agricultores familiares.

 

El uso del turismo sostenible y resiliente, como instrumento para fomentar el crecimiento económico sostenido e inclusivo, el desarrollo social y la inclusión financiera, posibilita la formalización del sector informal, el fomento de la movilización de recursos nacionales y la protección del medio ambiente y la erradicación de la pobreza y el hambre, incluidas la conservación y la utilización sostenible de la biodiversidad y los recursos naturales y la promoción de la inversión y el emprendimiento en el turismo sostenible.

 

El Día Mundial de la Resiliencia del Turismo (17 de febrero), proclamado por la Asamblea General en su resolución A/RES/77/269, tiene por objeto hacer hincapié en la necesidad de fomentar el desarrollo de un turismo resiliente para hacer frente a las conmociones, teniendo en cuenta la vulnerabilidad del sector turístico a las emergencias. Es también un llamamiento a la acción para que los Estados Miembros desarrollen estrategias nacionales de rehabilitación tras las perturbaciones, incluso mediante la cooperación entre el sector público y el privado y la diversificación de actividades y productos. En febrero de 2024, la Asamblea General decidió proclamar 2027 como el Año Internacional del Turismo Sostenible y Resiliente.

 

La resolución alienta a los Estados Miembros, al sistema de las Naciones Unidas y a los demás agentes  para promover medidas a todos los niveles, en particular mediante la cooperación internacional, y a que apoyen el turismo sostenible y resiliente como forma de promover y acelerar el desarrollo sostenible.

 

 

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