
Según un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los glaciares agonizantes, los huracanes e incendios forestales sin precedentes, las sequías y las inundaciones marcaron el paisaje socioeconómico de América Latina y el Caribe en 2024, infligiendo graves daños.
El informe El estado del clima en América Latina y el Caribe 2024 pone de relieve el creciente número de víctimas de los fenómenos meteorológicos, climáticos e hidrológicos extremos en las vidas, los medios de subsistencia y las cadenas de suministro de alimentos en una región que no es ajena a la pobreza y la inseguridad.
El informe destaca que la temperatura media en América Latina y el Caribe en 2024 fue +0,90 °C superior a la media de 1991-2020. Dependiendo del conjunto de datos utilizado, fue el año más cálido registrado en América Central y el Caribe, y el más cálido o el segundo más cálido en México y América del Sur.
El informe destaca que ese escenario “complejo” se complicó aún más por los altos precios de los alimentos, el aumento de la pobreza, la desigualdad de ingresos, inestabilidad política e inseguridad sanitaria, entre otros factores. Además, las pérdidas de cosechas y ganado y la interrupción de las cadenas de suministro han afectado significativamente a la disponibilidad de alimentos, a los ingresos y a la estabilidad de los medios de vida rurales.
La agencia meteorológica señaló que, ante ese panorama, es crucial implementar estrategias de resiliencia agrícola, anticipar acciones, fortalecer los sistemas alimentarios y priorizar acciones de mitigación frente al cambio climático.