
El índice, que hace un seguimiento mensual de los precios internacionales de un conjunto de productos alimenticios comercializados a escala mundial, registró un promedio de 127,1 puntos en marzo, es decir, un 6,9 % por encima del nivel de hace un año, pero se mantuvo un 20,7 % por debajo del nivel máximo alcanzado en marzo de 2022.
El índice de precios de los cereales de la FAO disminuyó un 2,6 % en marzo, ubicándose un 1,1 % por debajo del nivel de marzo de 2024. Los precios mundiales del trigo cayeron al disminuir la preocupación por las condiciones de cultivo en algunos de los principales países exportadores del hemisferio norte, aunque las fluctuaciones cambiarias atenuaron el descenso. Los precios mundiales del maíz también descendieron desde febrero, al igual que los del sorgo. El índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz disminuyó un 1,7 % ante la débil demanda de importaciones y la abundancia de suministros exportables.
Por el contrario, el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO aumentó un 3,7 % desde febrero, ubicándose en promedio un 23,9 % por encima del nivel alcanzado el año anterior. Subieron las cotizaciones de los aceites de palma, soja, colza y girasol, impulsadas por la gran demanda mundial de importaciones.
También subió el índice de precios de la carne de la FAO, un 0,9 % en el mes y un 2,7 % en el año, debido sobre todo al aumento de los precios de la carne de cerdo en Europa después de que Alemania recuperara la condición de zona libre de la enfermedad de fiebre aftosa y al fortalecimiento del euro respecto del dólar de los EE.UU. Los precios mundiales de la carne de aves de corral se mantuvieron prácticamente estables en marzo, pese a las constantes dificultades ocasionadas por los brotes generalizados de gripe aviar en algunos de los principales países productores.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO se mantuvo invariado desde febrero, al verse compensada la bajada de los precios internacionales del queso por la subida de las cotizaciones de la mantequilla y las leches en polvo.
El índice de precios del azúcar de la FAO cayó un 1,4 % en marzo, impulsado principalmente por indicios de debilitamiento de la demanda mundial. Las precipitaciones que se produjeron recientemente en las principales zonas productoras de caña de azúcar del sur del Brasil contribuyeron aún más al descenso, mientras que el deterioro de las perspectivas sobre la producción en la India y la persistente preocupación por las perspectivas generales del cultivo en el Brasil limitaron el descenso de los precios.