Nuevo informe de la OIT: Trabajo, empleo, protección laboral y social en América Latina y el Caribe, 1994–2024

 

La calidad del empleo, la inclusión laboral y la protección social en América Latina y el Caribe han registrado importantes avances desde mediados de los años 90. Sin embargo, las transformaciones estructurales siguen siendo insuficientes para generar empleos de calidad que la creciente oferta laboral de la región necesita, mejorar la productividad para distribuir mejor los frutos del crecimiento y asegurar trayectorias laborales más justas y sostenibles para todos. Así lo muestra el nuevo Informe Técnico OIT Cono Sur N°50: Trabajo, empleo, protección laboral y social en América Latina y el Caribe, 1994–2024, de la OIT.

 

Este estudio, ofrece un análisis de los principales cambios en el mundo del trabajo en las últimas tres décadas. A partir de una aproximación a los indicadores clave y a las tendencias estructurales en la región, el informe aborda los avances, rezagos y nuevos desafíos en materia de empleo, calidad del trabajo, protección laboral y social, igualdad de género, juventud, tecnología y cambio climático.

 

Algunos aspectos a destacar:

 

  • La brecha de productividad entre grandes y pequeñas empresas persiste y limita la generación de empleo de calidad. 

     

  • La informalidad laboral aún afecta a aproximadamente la mitad de los trabajadores en la región, con diferencias significativas entre países, sectores y grupos poblacionales. Esto constituye una limitación para el crecimiento económico, la protección social y la productividad. 

     

  • La importante incorporación de las mujeres a actividades remuneradas ha marcado la dinámica del mercado laboral de la región, aunque aún existe un importante espacio de mejora para su plena inserción laboral. 

     

El informe analiza el impacto de las transiciones tecnológica, ambiental y demográfica, dentro de lo cual destaca:

 

  • Los avances tecnológicos permitieron la expansión de nuevos modelos de negocio a través de plataformas digitales y una masificación de herramientas de  inteligencia artificial y en particular de inteligencia artificial generativa que están transformando la organización del trabajo. 

     

  • El cambio climático representa un doble desafío: la necesidad de adaptación para priorizar la seguridad y salud en el trabajo ante factores climáticos extremos y la reconversión laboral para no dejar atrás a los trabajadores, comunidades y sectores que dependen de las industrias más contaminantes. Coordinar políticas laborales, de capacitación, productivas y de protección social es esencial para enfrentar esta tendencia global.

     

  • La región se caracteriza por una alta participación laboral de personas por encima de la edad legal de jubilación. Esto obedece principalmente a una necesidad económica. En un contexto de acelerado envejecimiento poblacional es necesario pensar políticas que favorezcan una prolongación deseada de la vida laboral en rediseñar políticas activas de empleo y modernizar las instituciones laborales y de seguridad social.

     

El informe concluye con un llamado a fortalecer las instituciones del trabajo como pilar de cohesión social y sostenibilidad económica. Entre sus principales recomendaciones están:

 

  • Promover políticas integrales de desarrollo productivo y empleo, con un enfoque territorial y de transición justa.

     

  • Impulsar la formalización laboral mediante medidas integradas: incentivos, inspección laboral, formación, acceso a financiamiento y protección social.

     

  • Reforzar el diálogo social tripartito para construir consensos en torno a la regulación del tiempo de trabajo, los salarios mínimos, la negociación colectiva y los derechos laborales en contextos de cambio.

     

  • Garantizar trayectorias laborales inclusivas para jóvenes, mujeres y personas mayores, adaptando las políticas públicas a las nuevas realidades del empleo.

 

 

 

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