Los migrantes internacionales continúan desempeñando un papel vital en el mercado laboral mundial, y representarán el 4,7 por ciento de la fuerza laboral en 2022, según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Las Estimaciones mundiales de la OIT sobre los trabajadores migrantes internacionales, indican que 167,7 millones de migrantes formaban parte de la fuerza de trabajo de sus países de destino en 2022. De ellos, 102,7 millones eran hombres y 64,9 millones mujeres. Esto representa un aumento de más de 30 millones desde 2013, aumento que se observó principalmente entre 2013-2019. La mayoría de los migrantes en la fuerza laboral se concentró en los países de ingresos altos, que representaron el 68,4% del total (114,7 millones de personas), seguidos por el 17,4% (29,2 millones) en los países de ingresos medios-altos.
De los 167,7 millones de migrantes en la fuerza de trabajo en 2022, 155,6 millones estaban ocupados, mientras que 12,1 millones estaban desocupados. Persistieron importantes disparidades de género, ya que las mujeres migrantes tenían una relación empleo-población de solo el 48,1%, frente al 72,8% de los hombres migrantes.
La tasa de desocupación de los migrantes era más elevada (7,2%) que la de los no migrantes (5,2%), y la de las mujeres migrantes (8,7%) era superior a la de los hombres (6,2%). Esta disparidad puede deberse a factores como las barreras lingüísticas, las cualificaciones no reconocidas, la discriminación, las opciones limitadas para el cuidado de los hijos y las expectativas basadas en el género que restringen las oportunidades de empleo, especialmente para las mujeres.
Una proporción significativa de migrantes -el 68,4%- trabajaba en el sector servicios, frente al 51,5% de los no migrantes. Esta tendencia se debe en gran medida a la demanda global de cuidados y trabajo doméstico, sobre todo entre las mujeres. El 28,8% de las mujeres y el 12,4% de los hombres migrantes trabajaban en la economía del cuidado, frente al 19,2% de las mujeres y el 6,2% de los hombres no migrantes.
El informe subraya las complejidades de la migración laboral y la necesidad clave de políticas específicas de apoyo a los migrantes internacionales. Entre ellas se incluyen la mejora del acceso a oportunidades de trabajo decente y la mejora de la protección de los trabajadores migrantes. Dado que la mayoría de los migrantes trabajan en sectores de gran demanda, garantizar un acceso equitativo a las oportunidades de trabajo para fomentar el desarrollo sostenible y los mercados laborales inclusivos es una prioridad política, afirma el informe.