Mejorar la salud y el bienestar de los adolescentes para velar por la salud de las futuras generaciones

 

La adolescencia es una etapa única y crucial en el desarrollo que conlleva importantes transformaciones físicas, emocionales y sociales, y un momento fundamental para sentar las bases de la buena salud a largo plazo.

 

La violencia, que se manifiesta de diversas formas, entre ellas el acoso escolar, afecta cada año a millones de jóvenes de todo el mundo y tiene efectos devastadores en su salud física y mental.

 

 

Resulta preocupante observar que, cada vez más, se intenta evitar que los adolescentes de ambos sexos reciban atención de salud sexual y reproductiva y una educación sexual integral, en un contexto de creciente oposición a la igualdad de género y los derechos humanos. Las políticas restrictivas sobre la edad de consentimiento limitan el acceso de los jóvenes a los servicios de atención de las infecciones de transmisión sexual y por el VIH. Estas medidas pueden marginarlos, desalentarlos de buscar atención médica y afectar negativamente a su salud de forma duradera.

 

En el estudio se destacan también otros problemas generales de importancia fundamental para el futuro de los adolescentes, como el cambio climático, las guerras y la desigualdad. No obstante, los autores del estudio afirman que los resultados de salud se pueden mejorar dedicándoles la inversión y el apoyo adecuados. Por ejemplo, la infección por el VIH entre los adolescentes ha descendido gracias a los esfuerzos coordinados y persistentes realizados en este ámbito. También han disminuido los embarazos entre las adolescentes y prácticas nocivas como la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil. Además, se observan muchas tendencias positivas relacionadas con el aumento del tiempo pasado en la escuela, sobre todo en el caso de las niñas; desde 2000, el número de niños en edad de cursar la enseñanza secundaria que no están escolarizados ha descendido casi un 30%.

 

Ante este panorama, es importante invertir en la salud y el bienestar de los adolescentes, prestando especial atención a aspectos básicos como la educación, la atención de salud y la nutrición. Los autores del estudio piden que se promulguen y apliquen leyes y políticas que protejan la salud y los derechos de los adolescentes, para que los sistemas y servicios de salud satisfagan mejor sus necesidades específicas y para prestar atención prioritaria a su participación y su capacitación en la investigación y la formulación de programas y políticas.

 

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