
Por décadas, la región de las Américas ha logrado hitos notables en la eliminación de enfermedades. Sin embargo, los desafíos persisten.
En la Organización Panamericana de la Salud - el organismo de la OMS para las Américas - tienen como objetivo poner fin a más de 30 enfermedades para 2030 en la región. La Iniciativa de Eliminación 30 es una política innovadora para conseguir dicho objetivo.
Enfermedades como el sarampión, la enfermedad de Chagas, el tracoma o la malaria, entre muchas otras, son prevenibles con las medidas adecuadas.
Según las estimaciones mundiales, invertir en la eliminación de enfermedades impulsa el bienestar y la economía:
1. Enfermedades infecciosas desatendidas:
Por cada dólar invertido en eliminar estas enfermedades, se obtiene un beneficio neto de alrededor de US$ 25. Se trata de una tasa de rendimiento anualizada del 30%, una victoria financiera para la salud mundial.
2. Impacto socioeconómico:
La eliminación de la lepra, la leishmaniasis y la enfermedad de Chagas no es solo una cuestión de salud, es también una cuestión de economía. Estamos hablando de $16 600 millones de rendimiento de la inversión en el período 2021-2030, además de $10 400 millones menos en gastos de bolsillo.
3. Tuberculosis:
Si se invierte en su diagnóstico y tratamiento, el rendimiento oscila entre los US$ 30 y US$ 115 por dólar invertido. Es una decisión inteligente.
4. Acabar con la infección por el VIH:
El cumplimiento de los objetivos relacionados con el VIH ahorra US$ 24.000 millones en costos de tratamiento, lo que representa un rendimiento de la inversión 15 veces mayor. Vidas transformadas y economías impulsadas.
5. La magia de la vacunación:
Cada dólar invertido en la vacunación genera un rendimiento de US$ 26,35 dólares. Proteger vidas, mejorar la productividad, es una obviedad: el beneficio es obvio.
Debemos actuar para acabar con el sufrimiento y el daño causado por las enfermedades transmisibles, de manera que la salud avance y las comunidades prosperen.